‘SEGUIRÉ HACIENDO POLÍTICA APARTIDISTA’
Francisco Ortiz
Agencia Reforma
Ciudad de México 16 febrero 2024.- Lorenzo Córdova, investigador de la UNAM y ex presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), no esconde sus cartas y asegura que está en su derecho de hacer política no partidista, al participar como orador en la Marcha por la Democracia de este domingo 18 de febrero.
En entrevista, adelanta algunas de las líneas del discurso que pronunciará en la concentración convocada por organizaciones civiles en el Zócalo capitalino y en otras plazas públicas del País, en una especie de continuación de las movilizaciones en defensa del INE y de la Suprema Corte.
Afirma que su único objetivo es defender la democracia, desde las reglas para tener elecciones libres hasta las instituciones que lo hacen posible.
«Me llegó esta invitación que, por supuesto, acepté, porque lo que estoy diciendo ahora es exactamente lo mismo que dije ayer cuando era funcionario público, la defensa de la democracia sigue siendo parte de mis convicciones, y hoy lo hago desde la trinchera de la academia y de la trinchera ciudadana.
«Esta no es una marcha que tenga el propósito de respaldar o de oponerse a alguna candidatura, a algún partido o a alguna de las coaliciones. Es una marcha en contra de una serie de propuestas que lo que buscan es desmantelar el sistema democrático, eliminar los contrapesos y hacer de la Constitución un lugar en donde solamente quepan unos, los que hoy son mayoría, y donde los demás no tengamos cabida», plantea.
Los organizadores de la marcha han dicho que el objetivo es la defensa de instituciones y el derecho a ejercer el voto de manera libre. ¿Cómo lo explicas tú?
Es una secuela de las manifestaciones que se realizaron el 13 de noviembre de 2022 y el 26 de febrero de 2023, cuando distintas organizaciones convocaron a defender al INE. Hoy, el Presidente ha hecho una serie de propuestas, entre las cuales se insiste en desaparecer al INE y dar paso a una nueva institución con consejeras y consejeros electos popularmente, lo cual los volvería funcionarios políticos.
Además, plantea un paquete de reformas que busca transformar profundamente al Poder Judicial, también aquí para que todos los impartidores de justicia del País sean electos popularmente, y para desaparecer órganos autónomos. Esta nueva marcha es para defender la democracia en su sentido más amplio. Me han pedido que dé voz a esta manifestación ciudadana, a propuesta del Instituto de Estudios para la Transición Democrática, una institución a la que pertenezco desde hace décadas.
Esencialmente son tres grandes demandas: defender la dimensión electoral de la democracia, es decir, reglas y procedimientos que nos han permitido tener elecciones libres; defender las instituciones de la democracia, todos aquellos órganos que nos permiten controlar los abusos del poder y defender nuestros derechos y libertades; y defender a la Constitución, como esa casa común que nos permite ser parte de la misma nación, a pesar de nuestras legítimas diferencias ideológicas y políticas.
México no es el País de una mayoría, y ese gran pacto político que nos permite vivir a todos no es patrimonio de una mayoría, por muy legítima que sea en términos democráticos; este es un País de libertades, en el que todos y todas cabemos, y no solamente una única voz, que es la que nos gobierna. Ese es el objetivo central, de la convocatoria del próximo domingo.
Días antes de dejar el cargo de presidente del INE, dijiste que te dedicarías a la academia, pero también que ibas a hacer política no partidista, activismo en la defensa de la democracia, ¿esto es parte de esa labor?
Hay quien no entiende que hacer política no significa necesariamente estar dentro de los partidos. Los partidos son una trinchera, un espacio legítimo desde los cuales las y los ciudadanos pueden hacer política, pero no agotan ni mucho menos, ni de lejos, el terreno de la acción política.
Hay ciudadanas y ciudadanos que hacemos política desde la trinchera universitaria, defendiendo la democracia, y nunca he militado en un partido político. No necesito estar en los partidos para defender la democracia, pues es una construcción ciudadana y es responsabilidad de todas y todos defenderla. La trinchera ciudadana es muy importante, y desde esa trinchera seguiré defendiendo la democracia, haciendo política no partidista.
Seguramente hay algunos de los que irán a la marcha tienen sus filias y sus fobias políticas, pero esta es una convocatoria abierta para quien crea que la democracia está en riesgo, a partir de una serie de propuestas regresivas para la concentración del poder. Bienvenidos los militantes en ese sentido y los simpatizantes de todos los partidos, incluyendo a Morena, porque estoy seguro que en Morena hay muchos que aprecian justamente a la democracia que les ha permitido llegar con los votos al poder y tener mayoría en el Congreso.
Es una convocatoria ciudadana y por eso no tiene nada que ver con las campañas. Si luego, alguna campaña hace de estas propuestas regresivas sus lemas del proselitismo, esa ya será otra historia. Por lo pronto, esta es una manifestación que se opone a un conjunto de iniciativas que presentó el Presidente en su legítimo derecho y que son inconvenientes si queremos seguir siendo una nación democrática.
El Presidente te incluye en un grupo de expertos que considera antagonistas, y que están en torno al Instituto de Estudios para la Transición Democrática. ¿No cometes un error y le das la razón al Presidente de que eres un antagonista de su gestión?
A diferencia de lo que pretende el Presidente, en México no hay únicamente dos maneras de actuar públicamente. Este País no cabe en dos únicos recipientes porque es un País plural, diverso, en donde reivindico mi derecho de tener algunas coincidencias con este Gobierno y otras muchas diferencias, pero eso no me convierte ni en enemigo suyo, ni mucho menos, eso es lo que él ha querido vender.
Por cierto, todos los triunfos que ha tenido Morena en los últimos nueve años los organizó el INE que encabecé. El INE hizo su trabajo y si ganó Morena no es que se lo deba al INE, sino que se lo debe a una autoridad independiente que goza de una enorme confianza ciudadana que organizó elecciones con una serie de reglas que le permitieron a Morena llegar al poder porque obtuvo los votos.
Entonces, decidir no defender los principios en los que creo por miedo a que el Presidente vaya a decir que eres su enemigo significa caer en el juego en el que nos ha querido colocar; hay que reivindicar el derecho de colocarnos no donde nos quieran colocar, sino donde nosotros nos queremos colocar a partir de nuestras posturas y nuestra autonomía.
Ahora resulta que como el Presidente desde hace muchos años ha construido una mentira en el sentido de que soy su enemigo, si no hubiera aceptado aceptar ser orador en una marcha ciudadana significaría darle la razón. Al contrario, espero que con mi discurso se aclare que mientras sigamos siendo una democracia no hay que tenerle miedo a que el Gobierno te descalifica o te etiquete.
Hay que recordar que cuando se acaba la democracia, es también corresponsabilidad de aquellos ciudadanos que por miedo, por temor o por indiferencia o por desidia dejan que el autoritario actúe.
¿Qué le dices a los sectores de la opinión que consideran que tu participación más bien puede perjudicar al INE?
El presidente de un partido político todos los días repite esta cantaleta bajo esa premisa. Es ridícula y patética esta postura. Es, además, irrespetuosa y hasta misógina, porque a colegas mías en el pasado del INE desde el partido en el poder se les acusó de que no tenían criterio propio, y que hoy son teledirigidos por quienes ya no estamos allí. Es demencial.
He sido cuidadoso, pero me preocupa lo que está pasando en el INE, me preocupa esa falta de consensos internos y que vayamos a una elección con más de la mitad de los titulares de los órganos directivos que son encargados de despacho y que no han tenido el consenso de la mayoría de los consejeros. Como ciudadano me preocupa. De ahí a que yo intervenga en esas decisiones, hay un trecho.
¿A quién invita esta marcha por la defensa de nuestra democracia? ¿A quién convoca?
A todas las y los ciudadanos que crean que las conquistas democráticas vale la pena preservarlas y que todavía hay que hacer mucho para mejorarla y para perfeccionarla. Nadie está diciendo que no hay que trabajar para mejorarla. Hay quien dice, eufemísticamente, las instituciones sí se tocan, pues si es para mejorarlas, sí. Pero si es para desmantelarlas, como se pretende, para desaparecerlas, la respuesta es no.
La convocatoria es para todas las y los ciudadanos que creen en eso, que creen que la democracia fue una conquista muy difícil de alcanzar, que nos costó muchísimo, que no es responsabilidad de un solo hombre, de un solo partido, de un solo movimiento, de una sola ideología, sino de la confluencia de generaciones mexicanas y mexicanas de muy distintos puntos de vista, de muy distintas posiciones políticas.