NAVE CHINA MUESTRA EL LADO OSCURO DE LA LUNA
·
Son imágenes
del cráter Apolo; el Chang’e-6 aterrizó el pasado domingo durante la mañana y
recogió muestras en ese terreno, el cual ha sido explorado por primera vez en
la historia de la humanidad
Foto: CNSA.
La Administración Espacial Nacional China (CNSA) anunció que su misión
lunar, llamada Chang’e-6, inició su trayecto de regreso a nuestro planeta con
una serie de muestras recogidas en la cara oscura de la Luna. Las primeras de
su tipo en la historia de la humanidad.
De acuerdo con la CNSA, el
objetivo se consiguió porque “ha logrado un gran avance en el diseño y la
tecnología de control de la órbita retrógrada lunar”, e implementó novedosas
tecnologías de muestreo inteligente y rápido, así como de despegue y ascenso
lunar.
Las muestras fueron
recolectadas en el cráter Apolo, ubicado en el hemisferio sur del rostro oculto
del satélite terrestre. El lugar fue elegido por su tamaño (537 kilómetros de
diámetro) y la posibilidad de que ofrezca a la comunidad científica datos para
determinar la existencia de agua en la superficie lunar, pues el terreno, por
su profundidad, ha mantenido una temperatura estable a lo largo de su
existencia.
“La elección se hizo por
el valor potencial de exploración científica de la Cuenca Apolo, así como por
las condiciones de la zona de aterrizaje, incluidas las de comunicación y
telemetría y la llanura del terreno. La superficie en la cara oculta de la Luna
es más accidentada que en la visible, con menos áreas planas continuas. Sin
embargo, Apolo es relativamente más plana que otras áreas del lado opuesto, lo
que favorece el aterrizaje”, añadió el organismo gubernamental en un
comunicado.
Histórico
Para René Ortega Minakata,
encargado de Divulgación y Comunicación de la Ciencia en el Instituto de
Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM, la misión china es significativa,
“porque es la primera que pretende traer muestras del lado oscuro de la Luna,
que es el que no da hacia nosotros. Hasta ahora, las que se han traído, principalmente
de las misiones Apolo, son del lado que vemos desde la Tierra. Así que esto
tiene un cierto significado simbólico”.
El especialista
universitario subrayó que uno de los retos superados por los científicos chinos
está relacionado con la comunicación de la misión: “La nave necesita tener
cierto nivel de autonomía y también un orbitador que esté llevando información
que envía cuando está del lado que sí vemos, y que luego reenvía a la nave
cuando se ubica en el lado oculto”.
Según información de la
CNSA, esto fue resuelto gracias al servicio del satélite Queqiao-2, aunque
significó una reducción considerable del tiempo de la misión. La anterior,
Chang’e-5, exploró a lo largo de 22 horas la superficie; Chang’e-6 sólo tuvo 14
horas para completar sus tareas.
H2O
En las regiones cercanas
al Polo Sur lunar, comentó Ortega Minakata, se han detectado moléculas de agua.
“Esto no significa que haya hielos, glaciares o cosas así. Son solamente
moléculas que están embebidas en el suelo lunar. Pero es importante el estudio
de estas muestras para determinar qué tan disponible está el agua”.
Y continuó: “Es decir: qué
tan viable es extraer alguna cantidad suficiente de moléculas de agua pensando
en una futura base lunar o un establecimiento semipermanente de personas”.
Hasta ahora, señaló, las
misiones no van más allá de unas horas. Así sucedió con Apolo y próximamente
con las Artemisas, ambas organizadas por la NASA, que sólo planean tocar la
superficie durante un espacio corto de tiempo. “Ahí el significado” de la misión,
añadió.
La CNSA espera que el
contenedor con las muestras ingrese a la atmósfera terrestre el próximo 25 de
junio.
FUENTE:
UNAM