NADIE SABE CÓMO RESOLVER LA VIOLENCIA DERIVADA DE INSEGURIDAD: CEM

·        Monseñor Rogelio Cabrera López, destacó que es necesario “retomar el camino ético para lograr la paz entre nosotros”

El presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Rogelio Cabrera López, reconoció que en México “no sabemos” cómo resolver el exponencial aumento de la inseguridad que se vive. Y recomendó a las autoridades y a la sociedad, ponerles límites a los criminales profesionales.

“No sabemos cómo poderlo resolver (la inseguridad), queremos aportar lo que nos toca a cada quien (…) las religiones también podemos hacer que México sea menos conflictivo, menos agresivo. Desde luego se tienen que resolver las cuestiones que tanto daño hacen, que son los criminales profesionales, esos que ya se mueve a otro nivel, que tanto la sociedad como la autoridad tienen que ponerle el límite”.

En su visita a León para participar en el Octavo Congreso sobre Libertad Religiosa, el también arzobispo de Monterrey, expresó su preocupación por los niveles de violencia que se viven derivado de la obtención de dinero sin ética y como único objetivo de vida de las personas, principalmente de los miembros de las organizaciones criminales.

Monseñor Cabrera López destacó que es necesario “retomar el camino ético para lograr la paz entre nosotros”, y en la que las todas las religiones pueden participar de mano de la sociedad.

Al destacar la urgencia de conducirse con ética para que los ciudadanos tengan paz en sus familias y por ende en la sociedad, lamentó que el dinero se convierta en el objetivo único de vida, dado que deriva en la pérdida del valor de la persona y de la familia.

Reconoció que la desigualdad que impera en el país, es una de las causas, lo que detona la delincuencia y con ello la violencia; a lo que se suma la ausencia de valores y ética.

El presidente de la CEM, Rogelio Cabrera, dijo que un “salario digno es necesario” porque con ingresos de 10 mil pesos, o menos, es difícil poder mantener las condiciones de vida dignas en ciudades como León o Monterrey.

Si bien reconoció que en México hay un serio problema de desigualdad, dijo que esta pude reducirse si los empresarios dejan de ganar menos y consideran mejores salarios para sus colaboradores.