Nacional

LAMENTO TRICOLOR

Gelmin Omar González Hernández                   

Agencia Reforma

Ciudad de México 5 octubre 2024.- Frustrada, Dulce Marí Sauri Riancho ha tomado la decisión de encerrarse en una cueva, «hibernar» y esperar hasta encontrar la luz después de que el Tribunal Electoral ratificara la reelección de Alejandro ‘Alito’ Moreno al frente del PRI.

 «Perdí la batalla, entro a una noche oscura e hibernaré hasta encontrar la luz», compartió la yucateca en entrevista telefónica.

 Ex lideresa del tricolor del 30 de noviembre de 1999 al 4 de marzo de 2002, Sauri Riancho impugnó junto con los ex dirigentes Enrique Ochoa Reza y Pedro Joaquín Coldwell la reelección del Moreno Cárdenas. Por lo pronto, reconoció que puede ser obligada a salir de la cueva si el PRI de ‘Alito’ la expulsa de sus filas.

 «Y si me sacan de la cueva y me expulsan del PRI, bueno, ya será otra historia, pero hoy dimos la batalla y tengo la satisfacción de haberla dado sin descalificaciones, sin improperios, nada: simplemente, tratando siempre de defender al partido con la legalidad, tanto la legalidad electoral como la legalidad interna. El resultado fue negativo, ya terminó, ya hay una decisión jurídica y yo, a hibernar», repuso.

 Confesó que el fallo que adoptó el TEPJF fue para ella «muy frustrante porque sabíamos que teníamos la razón jurídica y hay una decisión, por mayoría de Magistrados, que es absolutamente contraria a la ley. Usaron el argumento de la excepción, que me parece de una pobreza jurídica verdaderamente asombrosa».

 «Esa es la parte propiamente del desenlace jurídico, que además es definitivo, pero esto, a título personal, realmente hice, junto a mis compañeros, todo lo que estuvo a nuestro alcance, para defender con la ley la mano a nuestro partido», dijo.

 «Lamento que, una vez más, veamos cómo en el País se viola el Estado de Derecho y se acomoda la interpretación de las normas, a la medida de circunstancias o necesidades políticas. Y va a ser muy difícil que el PRI pueda contribuir a la construcción de las oposiciones partidistas que requiere México», opinó la también ex Gobernadora de Yucatán.

 -¿Y qué tiene pensando? ¿Seguirá militando en el partido?

 «La noche de anoche (jueves) dije: ‘pues entro en estado de hibernación partidista’. Sí, porque finalmente me sentí así como la marmota: que entra a la cueva a esperar que pase la noche oscura y yo siento que sí es una noche oscura para el PRI. Y cuando haya rayos de luz, porque nunca hay que perder la esperanza, saldré de mi hibernación partidista. Que conste, es partidista, porque la participación política yo la asumo como una obligación».

 -La puede dar desde otra trinchera…

 Sí, pero no partidista. Y si me sacan de la cueva y me expulsan del PRI, bueno, ya será otra historia, pero hoy dimos la batalla y tengo la satisfacción también de haberla dado sin descalificaciones, sin improperios, nada: simplemente, tratando siempre de defender al partido con la legalidad, tanto la legalidad electoral como la legalidad interna. El resultado fue negativo, ya terminó, ya hay una decisión jurídica y yo, a hibernar.

 Para Sauri Riancho las cosas se veían venir desde que, en 2023, el Tribunal convalidó la ampliación del primer mandato de Alejandro Moreno.

 «Para mí el antecedente de 2023 es muy fuerte, cuando se dio la prórroga a la dirigencia, pero no era sólo la prórroga, era un conjunto de impugnaciones que se presentaron contra una reforma a estatutos que hizo el Consejo Nacional sin justificar la urgencia, que era la única forma como podía el Consejo suplantar funciones de la Asamblea Nacional.

 «Nunca -observó- entró el pleno del Tribunal en esa discusión, sobre el asunto de fondo: se fue solamente por el tema de la prórroga del mandato. Fue una manera muy efectiva, pero burda, de proteger a la dirigencia de Alejandro Moreno. Y luego en este último tramo, no deja de ser contradictoria una cosa: apenas unos días atrás, ese mismo pleno resolvió la aplicación literal de la Constitución en el tema de la sobrerrepresentación.

 «Y ayer, escuchar a la presidenta del tribunal decir que era una excepción porque estaban interpretando, lo menos que pude pensar fue en un traje a la medida a las necesidades de la dirigencia del PRI. ¿Por qué muy literales interpretando la Constitución, y muy laxos a la hora de analizar los intereses de Alejandro Moreno?».

 -Ese concepto, «excepción», ¿fue como un artilugio?

 Absolutamente, porque además quedó sólidamente demostrado, tanto en el proyecto de la Magistrada (Janine) Otálora, como en las impugnaciones que nosotros realizamos primero ante el INE y luego como terceros interesados ante la Sala Superior del Tribunal, que era un caso único.

 Pero sentí como agarrarse de un clavo ardiente, para decir que hay que justificar que se queden. Ahora, ¿para qué quieren que continúe en la dirigencia del partido Alejandro Moreno? Ahí abro espacio a mucha especulación, pero no se vale, cuando menos no quiero concederme el hacerlo con la sangre caliente.

 -Entonces, ¿cómo califica el fallo?

 Una decisión muy frustrante para la legalidad, tanto del PRI como de legalidad electoral, que está en este momento bajo asedio, y muy contrastante: aplicas la Constitución en forma literal y luego después, cuando se trata de resolver el asunto de Alejandro Moreno, entonces, es la excepción.

 -¿Y qué futuro ve para el partido?

 En un escenario de esta naturaleza, al PRI se le vuelve enormemente difícil contribuir en forma efectiva a construir la nueva oposición partidista que el País está reclamando. Y esto tiene que ver con un aspecto que no está en la ley, sino que está arraigado en la gente que es la credibilidad, la autoridad moral, que es muy valiosa siempre.

 Para mí esta lucha era muy importante por dos cuestiones: desde luego, en lo personal, por el reto enorme de vencer esa inercia de silencio y de complacencia que ha estado en todo este proceso de desgaste y de caída del PRI, pero también era darle al PRI la oportunidad de recuperar la legalidad, de hacer una contribución a la construcción de esa oposición partidista que está exigiendo el momento del país ahorita.

 Es una batalla que asumo que yo perdí, espero que otras personas tengan mejores resultados y que el PRI pueda salir adelante. Eso lo deseo porque a final de cuentas quiero a la institución.

Afirman que PRI ‘se encamina’ a perder registro

 Enrique Ochoa Reza y Pedro Joaquín Coldwell, ex presidentes del PRI, advirtieron que el tricolor se encamina hacia la pérdida de su registro como consecuencia del fallo a favor de la reelección de Alejandro Moreno como líder del partido que otorgó el jueves el Tribunal Electoral.

 «Tristemente pienso que los problemas que tenía el PRI no se resuelven con la salida de Alejandro Moreno, pero si además de esos problemas de fondo le agregas la permanencia al infinito de Alejandro Moreno en la dirigencia, pues el PRI corre el gran riesgo de perder el registro en la próxima elección federal», avizoró Ochoa Reza.

 En entrevista telefónica, el ex dirigente cuestionó a los tres Magistrados que avalaron el cambio de estatutos que permitiría la reelección de «Alito» por «querer agradar» al senador.

 «Esto te habla de una triste etapa en la justicia electoral de México, donde el Tribunal se ha vuelto un órgano que destruye la certeza jurídica en lugar de construirla. A Alejandro Moreno lo salvaron en el último round…y le regalan el partido a una persona que claramente hizo una larga cadena de trampas para quedárselo», deploró.

 En el mismo tono, Pedro Joaquín Coldwell advirtió la descomposición del tricolor.

 «Es una resolución que va a acelerar el deterioro del PRI. Lamentablemente, tres Magistrados decidieron avalar un cacicazgo hacia el interior del partido. Fue lamentable ver no sólo en este juicio, sino en los otros que promovimos, la abierta parcialidad de tres Magistrados con la dirigencia nacional del PRI, llegando al grado de avalarle las tres reelecciones consecutivas que incluyó en los estatutos y que se las aplicó a sí mismo», cuestionó.

 El ex dirigente estimó que la resolución «va a acelerar la descomposición del partido porque se va a seguir fomentando la centralización del PRI en una persona. Las exclusiones que se han señalado, el amiguismo, la opacidad en la toma de decisiones, todo esto pone al PRI en un riesgo muy grande de involucionar al faccionalismo».

 Tras reconocer que «Alito» podría empujar su expulsión de las filas del tricolor, Joaquín Coldwell consideró que nadie puede ser expulsado de un partido «por pedir que se aplique la ley y por buscar la democracia interna».

 Sin embargo, señaló que en esta dirigencia «podemos esperar cualquier cosa».

 El jueves, la Sala Superior del Tribunal Electoral avaló por mayoría la reelección del líder del PRI, por al menos cuatro años.

 El bloque de Mónica Soto, Felipe Fuentes y Felipe de la Mata no respaldó la propuesta de la Magistrada Janine Otálora de confirmar la resolución del INE, que planteaba anular la reforma a los estatutos del tricolor, que le permitió al priista alargar su mandato.

 Los tres de la mayoría consideraron que el PRI está en su derecho de modificar sus documentos básicos dentro del proceso electoral, pues las etapas cruciales ya se habían agotado, y para no perder tiempo, aprobaron en la misma sesión las reformas internas, en lugar de instruir que lo hiciera el INE.

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