LA CIUDADANÍA GLOBAL SUPERA ACCIONES EXCLUYENTES
LA CIUDADANÍA GLOBAL SUPERA ACCIONES EXCLUYENTES
· La UNAM, a través del CEPE, junto con las
universidades de Indiana y Sorbonne, realizaron un encuentro para comentar
acerca de este término, el idioma y la literatura
El concepto de
ciudadanía global, relativamente nuevo, multilingüe, representa el sentimiento
profundo de la voluntad de trabajar juntos para resolver los problemas
mundiales que existen hoy en día, sin perder la identidad familiar,
universitaria o de país, consideró el director del Centro de Enseñanza para
Extranjeros (CEPE) de la UNAM, Domingo Alberto Vital Díaz.
Al
participar en el encuentro a distancia “Idioma y Ciudadanía Global”, organizado
por las universidades Nacional Autónoma de México, Indiana y Sorbonne, el
doctor en Letras precisó: este concepto pone énfasis en las personas y supera
el sabor elitista y excluyentes de términos como cosmopolita, humanista o la
frase “hombre nuevo”.
“Ciudadanía
global aparece en un momento en el que los nacionalismos proteccionistas, los
populismos, la pandemia, la invasión a Ucrania y otras guerras, como las pugnas
comerciales entre Estados Unidos y China, presentan retos enormes para la
agenda del milenio, probada por la Organización de las Naciones Unidas en 2003,
y expuesta a lo largo de 17 puntos. Este concepto puede fortalecernos en la
batalla al atenderlos justo cuando parecería que los poderes fácticos los han
perdido de vista”, manifestó el académico.
A su
vez, Patricia Kubow, académica de la Indiana University, consideró que la
participación de la juventud es fundamental porque tiene mucho que ofrecer,
razón por la cual en la enseñanza se le debe incluir en debates para aprender
habilidades, a fin de observar y analizar críticamente los espacios que habitan
y los lugares/significados que otorgan a sus esfuerzos y a su ser en el orbe.
“Los
jóvenes expresan sus intereses personales, sociales y cívicos a través de
nuevas plataformas, especialmente las redes sociales y la mayoría son muy
conscientes de los desafíos globales; por ejemplo, el clima, la violencia, la
migración por conflictos que afectan su vida diaria. Es necesario que los
adultos lleguen a ver a los jóvenes como constructores de identidad ciudadana y
lo que esto significa”, apuntó la investigadora.
Al
hacer uso de la palabra, Romuald Fonkoua, de la Universidad Sorbonne, detalló
que en este camino hacia una globalización se debe luchar por la diversidad de
literaturas en los sistemas educativos, es decir, que se tenga acceso a los
escritores de múltiples regiones del mundo para que se conozca la variedad de
pensamientos y necesidades, porque sin ellos no se podrá alcanzar la
democracia.
El
experto del Centro de Estudios de la Lengua y la Literatura Francesa puso como
ejemplo la libertad colectiva que se manifiesta en la distribución de textos
francófonos en África o las Antillas, como si no hubiese libros ni tradiciones
literarias locales, por lo que es necesario reconocer que existe una importante
producción literaria que se distribuye, se distribuye a través de las nuevas
tecnologías y en todos los idiomas.
“Creo
que las nuevas tecnologías –de la mano de las redes sociales– desarrollan
nuevas formas de conocimientos de comunidad, y los jóvenes de hoy en día no
leen tanto los libros; sí consumen otro tipo de literatura que se produce de
forma habitual y, desde este punto de vista, sabemos cuándo un nuevo libro es
bueno, que es cuando se difunde en todas las redes sociales, lo que permite que
los jóvenes tengan el sentimiento de ser en la comunidad a la que pertenecen y
obtienen un reconocimiento social”, precisó el profesor de Literatura Francesa.
FUENTE: UNAM