Cultura

INDISPENSABLE ATENDER JUNTAS SEGURIDAD HÍDRICA Y ALIMENTARIA, CON POLÍTICAS PÚBLICAS

  • Hugo Melgar Quiñonez indicó que en el mundo hay regiones donde priorizan necesidades de la industria de alimentos y de bebidas, antes que suministrar el agua a comunidades vulnerables

Ciudad Universitaria, 23 mayo 2025.- Sin acceso de toda la población al agua no se podrán alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, porque en numerosas ocasiones la falta de acceso al líquido está relacionada con el hambre o la escasez alimentaria, consideró el académico de la Escuela de Nutrición Humana de la Universidad McGill, Canadá, Hugo Melgar Quiñonez.

Al impartir la conferencia “La importancia de la seguridad hídrica para la seguridad alimentaria y nutricional”, el experto apuntó que pobladores de algunas zonas vulnerables de Latinoamérica se han visto obligados a elegir entre comprar agua o consumir aquella que no es ideal para beber; además, en ocasiones no compran comida “para satisfacer una necesidad tan severa como la sed”.

En el encuentro a distancia -organizado por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM y la Red ILAR (Investigación Latinoamericana Sobre Alimentación en Red)- expuso que el acceso a dicho recurso natural de calidad para consumo humano es un derecho fundamental, razón por la cual debería distribuirse de forma igualitaria.

Ello, dijo, es una situación reconocida por instituciones como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, la cual considera que se trata de una prerrogativa vital para la dignidad de las personas, no solo para la vida. Sin embargo, existen millones que viven privadas de esa garantía individual.

Melgar Quiñonez destacó que existen regiones de América Latina y de otras latitudes del mundo donde hay sistemas de suministro que, antes de llegar a aquellas comunidades vulnerables que enfrentan desafíos significativos para acceder al agua potable, se satisfacen las necesidades de las industrias alimentaria y de bebidas –una de las más acaparadoras del recurso–, por ejemplo.

También están los llamados “huachicoleros del agua”, quienes en el trayecto del líquido hacia las poblaciones y comunidades acceden de manera ilegal a los suministros para lucrar.

De acuerdo con el experto, hay situaciones en la cuales la que podría estar disponible para las localidades se canaliza a la producción agrícola. Este sector es estratégico para la obtención de alimentos que debieran llegar a los asentamientos humanos. Empero, en ocasiones esta actividad se dedica a lo que llamamos commodities y el agua se destina a la elaboración de insumos de exportación.

En el evento -moderado por Miriam Bertran Vilá, académica de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco- Melgar Quiñonez planteó:

Si bien resulta lógico que la necesitamos para la seguridad alimentaria, la buena nutrición y el bienestar de las poblaciones, es un asunto que se discute poco.

Y acotó: ante la magnitud de la carencia del vital líquido, su tendencia y la falta de información, es urgente generar más y mejores datos con instrumentos que sean válidos y confiables, y a partir de la perspectiva científica realizar recomendaciones que impacten a la política pública y sus herramientas.

A decir del experto, es prioritario considerar conjuntamente la seguridad hídrica y alimentaria en las políticas públicas y no por separado. Ello fortalecería a ambas necesidades. Por ejemplo, en el tema de las acciones de gobierno esas evidencias podrían contribuir a determinar en qué medida dicho derecho humano se acata.

FUENTE: UNAM

Comparte

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *