HEMEROTECA NACIONAL DE MÉXICO RESPONDE A LOS DESAFÍOS DE LA DIGITALIZACIÓN
HEMEROTECA NACIONAL DE MÉXICO RESPONDE A LOS DESAFÍOS DE LA DIGITALIZACIÓN
• El
Centro de Preservación Documental de la Biblioteca y Hemeroteca Nacionales,
ubicado en el campus Juriquilla de la UNAM, tiene un avance de más de 90 por
ciento, informa Dalmacio Rodríguez Hernández
• Cerca de ocho millones de imágenes de periódicos están en este formato,
indica
La Hemeroteca
Nacional de México -administrada por el Instituto de Investigaciones
Bibliográficas de la UNAM- es la encargada de resguardar la memoria de nuestro
país a través de sus publicaciones, y se dirige en plenitud hacia la era
digital, afirma su coordinador, Dalmacio Rodríguez Hernández.
Un
motivo para ello es que a partir de la nueva Ley General de Bibliotecas -de
junio de 2021- se estableció que, como parte del depósito legal, los editores
del país deben entregar un ejemplar digital a la Hemeroteca. Además, el
comportamiento de los usuarios cambió durante la pandemia y hoy demandan más
recursos de este tipo.
A
partir de ese año “nos estamos preparando para el cambio hacia la recepción del
material digital, sin dejar el impreso, significa que vamos a tener un
desdoblamiento muy importante en los próximos meses y años. Esto implica
también que la Hemeroteca debe encaminar gran parte de sus esfuerzos hacia los
servicios digitales”, subraya el maestro en Letras.
Su
acervo es cercano a los ocho millones de ejemplares. Son publicaciones que datan
de 1722 y llegan hasta 2023. “Son poco más de 300 años de material impreso
repartido en 17 colecciones”, señala el experto universitario.
Asimismo,
refiere que desde la pandemia por la COVID-19 esta institución recibe
aproximadamente 80 mil ejemplares de publicaciones periódicas al año.
Rodríguez
Hernández explica que desde finales de 2021 reciben títulos digitales y hoy
cuentan con cerca de seis mil ejemplares con estas características. Sin
embargo, su acervo en este formato también se compone de materiales que han
digitalizado bajo el proyecto Hemeroteca Nacional Digital de México.
En
una primera etapa -de 2002 a 2012- se procesaron cerca de 14 mil rollos de
microfilmes, que eran copia de material impreso. Se obtuvieron más de siete
millones de imágenes de 940 títulos de periódicos de los siglos XVIII, XIX y
XX, las cuales están dispuestas para su consulta en la plataforma de la
Hemeroteca Nacional Digital de México.
“Los
microfilmes se hicieron en su momento para no utilizar de forma tan intensa los
impresos, como una política de conservación”. Actualmente digitalizan
periódicos, pero de manera directa. Suman mil 42 títulos con prácticamente ocho
millones de imágenes disponibles, apunta.
El
especialista remarca que a 79 años de su fundación esta institución refrenda
ser dinámica y responder a factores tecnológicos, a los cambios de hábitos de
consumo de información de los usuarios, a las circunstancias histórico,
políticas y culturales del país, entre otros aspectos.
Proyecto
de vanguardia
Rodríguez
Hernández también expone que la sede del Centro de Preservación Documental de
la Biblioteca y Hemeroteca Nacionales que se construye en el campus Juriquilla
de la UNAM, tiene un avance de más de 90 por ciento y se espera que sea
inaugurado este mismo año.
Este
proyecto busca poner a la vanguardia a estas instituciones en la preservación
documental en su diseño arquitectónico, sus políticas de conservación,
tecnología, por ejemplo.
“La
arquitectura contempla que tenga la menor incidencia solar hacia el acervo, que
se requiera menos consumo de energía para mantener estable el medio ambiente en
los depósitos. Además, se instaló en Querétaro, lugar con poca actividad
sísmica, no tiene muchas lluvias y es un lugar seco que favorece la
conservación.
“El
sistema de almacenamiento también será innovador, estará totalmente
automatizado, compactado con niveles bajos de oxígeno (para preservar en
mejores condiciones las colecciones) y con una estantería muy alta. La entrada
y salida de los materiales será controlada por un robot. Está pensando para que
tenga un tiempo de crecimiento para 25 años”, asegura.
Preservar
la memoria
Rodríguez
Hernández recuerda que la Hemeroteca se fundó el 28 de marzo de 1944, con el
objetivo de ser un lugar especializado en el cuidado de las publicaciones
periódicas editadas en México. En esa época posrevolucionaria se buscaba que
ayudara a fortalecer el proyecto educativo del país y almacenar buena parte del
conocimiento.
“Podríamos
decir que, en cierta manera, servía para dar información al Estado, era un
centro para proporcionar datos útiles a las instituciones de gobierno y albergó
publicaciones de organismos internacionales como la recién creada ONU; se
convirtió en depositaria de las publicaciones de los organismos
internacionales. A la fecha todavía las recibe, así como una gran cantidad de
revistas extranjeras”, comenta.
Hoy,
su tarea más importante es ser un lugar de memoria, su función es recopilar las
publicaciones que se editan y se han editado en el país, a fin de recuperarlas,
resguardarlas y ponerlas a disposición del público, previa descripción
bibliográfica.
“Los
promedios históricos de recopilación oscilaban alrededor de 100 mil ejemplares
al año, hasta antes de la pandemia. Sin embargo, por los problemas económicos
que ésta generó, varias editoriales cerraron, otras cambiaron su frecuencia,
pasaron de ser diarios a publicar solamente cinco días a la semana. Otras
publicaciones más migraron a formatos digitales”, precisa.
En
cuanto a los usuarios, el coordinador de la Hemeroteca Nacional indica que
reciben a cerca de 32 mil al año y son tan diversos como los materiales que
resguardan: hay publicaciones de información cotidiana y de interés para una
población instruida, así como revistas de entretenimiento, espectáculos, cine,
televisión, teatro, deportes, de aspectos sobrenaturales, esoterismo, religión,
entre otros.
La
mayoría de quienes acuden a sus instalaciones son estudiantes de licenciatura y
posgrado en proceso de titulación; o bien, investigadores de instituciones
académicas.
También
personas de entre 20 a 40 años, jóvenes de bachillerato quienes consultan
fuentes directas sobre acontecimientos de interés histórico como el 2 de
octubre de 1968 o el caso Ayotzinapa; hay estudiantes de primaria y secundaria
quienes realizan tareas, buscan datos curiosos, por ejemplo, qué sucedió el día
que nacieron.
FUENTE: UNAM