HAY UN DESBALANCE EN LA REALIZACIÓN DE ESTA TAREA
· Carecemos de un sistema articulado para los cuidados en el hogar
· Setenta y cinco de cada cien personas que hacen esa labor son mujeres, quienes dedican la mayoría de su tiempo a ello; es una situación histórica que se ha normalizado en el tiempo: Germán Téllez Leal, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía
María Guadalupe Lugo García
En México, unos 58 millones de individuos son susceptibles de recibir cuidados en los hogares, niños y adultos mayores con discapacidad principalmente. Asimismo, 75 de cada 100 personas que realizan esa labor son mujeres, quienes dedican la mayoría de su tiempo a ello, indicó Germán Téllez Leal, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Es una actividad que está confinada a las mujeres por cuestiones biológicas después del nacimiento de los hijos, como un espacio ineludible a la atención de los otros, subrayó al dictar la conferencia Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (Enasic) 2022, realizada en el marco de la celebración Octubre, mes de los cuidados.
Asimismo, explicó, lo que sucede con frecuencia en las familias es que a ellas les corresponde atender a todos, por ello reportan cansancio y hartazgo, “porque hay de cuidados a cuidados: una situación es el seguimiento a un menor escolar, por ejemplo, y otra diferente manejar a una persona mayor, etapa en la que más necesidades de atención se requieren y en la que se vuelve más compleja esta tarea, pesada y tediosa para la cuidadora”.
Téllez Leal mencionó que la Enasic 2022 es una herramienta que permite percibir el desbalance en la tarea de los cuidados, y determinar que el Estado mexicano carece de un sistema articulado que prevea esto. Todo lo anterior en el contexto de una situación histórica que se ha normalizado en el tiempo y que tiene que ver con el cuidado de la niñez y las personas mayores, así como de aquéllos en alguna condición que requiera una atención más dedicada por parte de las mujeres.
Dimensionar la situación
En el encuentro organizado por la Coordinación Interna de Igualdad de Género y de las Personas Orientadoras Comunitarias del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, el funcionario del Inegi manifestó que la información obtenida en la Enasic permitirá dimensionar la situación en materia de cuidados “con el propósito de realizar talleres y todo aquello que podamos llevar a entidades, municipios y dependencias para comenzar a mitigarla”.
Téllez Leal agregó que como parte del barrido censal para la elaboración de esta encuesta, se pudo observar una disminución de la población de menores de 17 años, mientras que repuntó el grupo de personas de 60 años y más. “Las pirámides demográficas comienzan a perder los bonos que tenían en la base y que se ganaron en las décadas de 1960 y 1970; estamos viviendo modelos que se registraron en Europa”.
En el encuentro híbrido, realizado en el IIEc, refirió que de acuerdo con los datos estadísticos del Inegi, nacen más varones que mujeres en México; sin embargo, al llegar a la vejez –más de 85 años–, “son ellas las que alcanzan esa etapa de la vida, 71 mujeres por cada 100 hombres, lo que nos permite ver que ellas son más susceptibles a requerir cuidados en esa edad”.
En cuanto a discapacidad, indicó que en el corte del censo se señala que quienes viven con alguna limitación son alrededor de 20 millones. En el último censo de población se registraron 6 millones de personas con una discapacidad y 1.5 millones con alguna afectación mental.
“Los adultos de más de 60 años aportan la mitad de la población con discapacidad, es ahí donde se centrarán más las necesidades de cuidados, aunque también las personas de cero a 14 años con discapacidad, lo que implica un seguimiento forzoso más allá del cotidiano.”
Germán Téllez comentó que el sistema de cuidados debe ser soportado por una legislación laboral, en la que este trabajo sea equitativo, es decir, que los hombres también participen. “Es cierto que los centros laborales no toman en cuenta esa situación en particular, sino que lo consideran de manera individual, en especial hacia las mujeres”.
Finalmente, resaltó que la edad de las cuidadoras oscila entre los 45 y 50 años, y ellas pueden estar, al mismo tiempo, pendientes de un niño y de una persona mayor que requiere asistencia las 24 horas los siete días de la semana, sin descanso. Asimismo, un porcentaje alto, 18 % en promedio, de quienes realizan esta labor no tienen nada que ver con la familia, pero tampoco reciben una remuneración por ello, puede ser el vecino.
FUENTE: UNAM