EL REGRESO DEL GUSANO BARRENADOR ES RESULTADO DE LA “TORMENTA PERFECTA”
- Es una amenaza a la biodiversidad: Yazmín Alcalá
Carlos Ochoa
Para Yazmín Alcalá Canto, profesora del Departamento de Parasitología de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, la llegada del gusano barrenador a nuestro país es producto de una “tormenta perfecta” en la que se combinaron elementos como el cambio climático y la evolución de la mosca Cochliomyia hominivorax, factores biológicos, además del paso de ganado sin inspección por la frontera sur.
La especialista en parasitología explicó que la mosca es endémica de América y su ciclo consiste en que la hembra deposita sus huevos sobre una herida abierta de un animal vivo de sangre caliente. De ellos surgen larvas que se alimentan del tejido del animal, que es la fase conocida como la del gusano barrenador del ganado.
Añadió que el proceso continúa. Una vez desarrolladas las larvas, caen al suelo, se entierran y se convierten en pupas; posteriormente emergen como moscas adultas listas para seguir reproduciéndose.
Yazmín Alcalá precisó que en el regreso del gusano barrenador del ganado a México, erradicado en 1991, ha influido además el cambio climático, pues las temperaturas elevadas favorecen la reproducción de la mosca Cochliomyia hominivorax.
Sin embargo, destacó en particular la adaptación de la mosca. Ahora las hembras detectan a los machos estériles mediante feromonas y los rechazan, disminuyendo así la eficacia de los controles biológicos.
En este sentido, la experta indicó que el método de control que se usó durante más de 20 años consiste en dispersar insectos estériles en la región donde la plaga aparece para que, al aparearse, las hembras no produzcan descendencia.
“A principio de los años 90 de ese modo se erradicó la plaga; pero hoy se requiere de muchas más moscas estériles, precisamente por la adaptación de las hembras que no aceptan a los machos en esa condición. En lugar de controlar la plaga liberando 500 millones de estos insectos estériles se necesitan quizás el doble”.
El criadero de moscas estériles que se tenía en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, desde 1974 cerró sus instalaciones en 2013. En aquel entonces, el gobierno comunicó en un boletín de prensa que “en virtud de que se cumplió el objetivo de erradicar del territorio nacional la plaga del gusano barrenador del ganado, los gobiernos de México y Estados Unidos acordaron dar por terminado el acuerdo binacional que suscribieron en 1972”.
Respecto al cierre de la frontera de Estados Unidos al ganado mexicano, Alcalá Canto dijo que la situación es particularmente grave para el sector ganadero, pues si bien se supone que es una medida temporal (15 días), se han generado al momento pérdidas por 171 millones de pesos. “Obviamente, ellos se quieren proteger, porque no sólo afecta a los animales domésticos, sino también a la fauna silvestre (puede trasladarse a mamíferos endémicos como venados o jaguares) y al humano”. Esta plaga es una amenaza a la biodiversidad.
En cuanto al contagio y riesgos para el ser humano, Alcalá Canto señaló que es poco común la afectación a personas. De 1969 a 1990 se presentaron únicamente 41 casos, pero es posible en situaciones extremas de diabetes avanzada o heridas no tratadas.
La Universidad Nacional, informó la experta, realiza acciones desde 2024: investigación de antiparasitarios más eficaces, capacitación a veterinarios y difusión de información clave.
“Se requiere, primero, lo que se hizo en julio de 2024: activar el Dispositivo Nacional de Emergencias en Sanidad Animal. Movilizar a médicos veterinarios con recursos gubernamentales para hacer detección de larvas de mosca en laboratorios oficiales, lavado de heridas, aplicación de cicatrizantes y tratamientos antiparasitarios, los cuales no siempre son accesibles, económicamente hablando”, finalizó.
Fuente: UNAM