Cultura

EL ENTRETENIMIENTO NOS REFLEJA: VILLORO

Elena Sarahi Gaytán Martínez                     

Agencia Reforma

 

Monterrey, NL 18 abril 2024.- Si queremos conocer quiénes somos como sociedad, debemos entender la manera en que nos entretenemos, afirmó anoche el escritor Juan Villoro en el Pabellón Cultural Monterrey, en los bajos del Palacio Municipal regio.

 

 «Si algo explica cómo somos, es la forma en que nos entretenemos y las cosas que nos interesa», señaló el también editorialista de EL NORTE.

 

 «Para conocer nuestro tiempo, necesitamos entender el principal medio de diversión que hay en el planeta, que es el futbol».

 

 El autor de El libro salvaje participó en el conversatorio «Amor a la camiseta. Futbol y cultura», organizado por el Municipio de Monterrey.

 

 Ahí, frente a un auditorio que llenó el espacio, dialogó con el comentarista deportivo Antonio Moreno sobre sus dos grandes pasiones: literatura y futbol.

 

 «Escribir de futbol me permite plasmar deseos, frustraciones y tratar de encontrar otra manera de explicarme la realidad», expresó.

 

 «Pero también se trata de entender este fenómeno que está arrollando emocionalmente a tanta gente y que hace que el planeta entero se sintonice con una Copa Mundial. Ese fenómeno me parece extraordinario».

 

 En el quehacer literario de este novelista capitalino, de 67 años, se encuentra su más reciente libro con ambientación futbolera: No fue penal: Una jugada en dos tiempos (2023).

 

 «Cuando tú escribes, escribes de un mundo posible, de un mundo deseable de cosas que quisieras que sucedieran, así sea en la página. Entonces yo he sido un aficionado muy entregado y no he querido prescindir de esta pasión».

 

 Villoro consideró a la literatura y al futbol un aliciente para que una persona pueda convertirse en un mejor ser humano.

 

 «Por qué no aprovechar esas posibilidades que tenemos como aficionados del futbol para pensar en una comunidad que sea así de venturosa», comentó en alusión a los mexicanos que siempre confían en la Selección Mexicana.

 

 «Que sea una comunidad en donde nosotros podamos decir: ‘todos podemos ser mejores de distinta manera'».

 

 Más adelante, el ganador de Premio Herralde 2004 por su novela El testigo, agregó: «La literatura es un granito de arena para que la gente mejore a través de los libros».

 

SOBRE LA VIOLENCIA

 Previo al conversatorio, Villoro, también Premio Xavier Villaurrutia 1999, recorrió la exposición «El futbol como pretexto», integrada por unos 100 artículos de este deporte pertenecientes al coleccionista Gabriel Bustamante.

 

 El autor reprobó los actos de violencia e indisciplina ocurridos en los últimos años en la Liga MX, como las agresiones entre fanáticos en el Estadio Corregidora, en marzo del 2022, donde 20 personas resultaron con graves lesiones.

 

 «Esto tiene que ver con la descomposición de la sociedad», señaló. «La violencia nunca la suscita el futbol, que es como los espejos cóncavos o convexos de las ferias que engrandecen las figuras o las adelgazan». En ese sentido, indicó, el estadio es un lugar donde se concentra la pasión de los seguidores de equipos deportivos.

 

 «La violencia es hecha por la sociedad, no por el futbol. Desgraciadamente, como el futbol acrecienta las pasiones, muchas veces la violencia se expresa dentro de los estadios».

 

 Acaso por eso en el conversatorio resaltó el intercambio de jerseys que los futbolistas realizan una vez que concluye un partido.

 

 «Esta hostilidad que hay en el futbol se rompe con el intercambio de camisetas», agregó.

 

 El autor de La calavera de cristal y La tierra de la gran promesa, también ha aludido a la figura paterna en su escritura, como lo hizo en el libro La figura del mundo.

 

 La relación con su padre, el académico Luis Villoro Toranzo, también está marcada por el futbol, dijo en la charla.

 

 «Mi padre era filósofo y me llevaba mucho al futbol porque, básicamente, cuando se divorció de mi madre no sabía qué hacer conmigo. Tenía que entretenerme los domingos y entonces me llevaba al estadio.

 

 «El lugar donde más vi a mi padre en toda mi infancia y adolescencia fue un estadio de futbol», recordó. «Creo que por eso me gusta tanto el futbol, porque era la complicidad que tenía con mi padre en ese lugar y ningún otro».

 

 

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