EL CORREDOR DE CUBA
Benito Jiménez
Agencia Reforma
Ciudad de México 15 julio 2024.- El corredor de la calle de Cuba tiene fiesta permanente.
En medio se imponen las letras «La Pura», en referencia al bar gay «La Purísima», que se instaló en esta esquina, al menos desde 2018, como una alternativa a los antros de la Zona Rosa.
Hace unas semanas, enfrente hubo una balacera con una persona ejecutada por dos jóvenes que iban en una motocicleta.
Junto con otros bares gays, como «El Marra», a unos pasos, «La Soberbia», «El Oeste» y «El Sausalito», en sólo dos calles, Cuba se saturó de luces neón y de altas dosis de reggaetón.
Los jóvenes consumen litros de vodkarita o una whiskyrita a 100 o 150 pesos. Las marcas de esas bebidas son lo de menos. Las caguamas oscilan en ese precio y la venta del alcohol se extiende hasta después de las tres de la mañana sin que ningún establecimiento sea molestado por las autoridades.
De día, «La Marra» o –«El Marra Salón» o «El Marrakech»– situado en Cuba 18, parece un predio abandonado, como muchos en esa zona del Centro Histórico.
El establecimiento aprovechó una expansión en toda la esquina con Callejón 57 para ampliar los espacios de los bailes exóticos de «sus artistas» y para retacar de mesas altas -sin sillas- cada rincón del inmueble.
Todavía a comienzos de la década pasada ese espacio era un bodegón para hortalizas, luego quedó en el abandono.
Los narcomenudistas se mueven en motonetas con gorra y mariconera, y surten a la clientela en este palmo de terreno, ahora redituable.
Esos antros, con los que nadie se mete, pueden incluso realizar disparos contra quien sea. Una mujer, identificada como Karla, fue asesinada a las afueras de «La Purísima» el 29 de junio pasado.