DORMIR NO ES UNA PÉRDIDA DE TIEMPO, ES UNA INVERSIÓN
DORMIR NO ES UNA PÉRDIDA DE TIEMPO, ES UNA INVERSIÓN
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El cerebro necesita descansar
Nos permite tener buen humor, estar atentos y tomar
mejores decisiones; de lo contrario, estamos enojados, sensibles, intolerantes
y podemos cometer errores de juicio: Óscar Próspero
Además del desconocimiento sobre los
beneficios del sueño, la mayoría de los jóvenes le están restando importancia
al proceso de dormir, creen que pueden posponer las horas de descanso porque
consideran que es una pérdida de tiempo que se contrapone con la necesidad de
trabajar, de estudiar o simplemente irse de fiesta, advirtió Óscar Próspero
García, investigador de la Coordinación de Psicobiología y Neurociencias de la
Facultad de Medicina.
El especialista destacó que, en todos los
casos, el dormir debe considerarse como una inversión que está directamente
relacionada con nuestra buena salud; las primeras consecuencias de no dormir
están en el deterioro de los procesos cognitivos como lo es el razonamiento, la
toma de decisiones y la memoria.
“Dormir bien nos permite tener buen
humor, estar atentos y tomar mejores decisiones, mientras que al dormir mal
estamos enojados, sensibles, intolerantes, y cometemos errores de juicio que
pueden trascender y ser muy graves.”
¿Qué ocurre?
El cerebro se transforma, regresa a un
estado que podría llamarse original, que es el óptimo para llevar a cabo todas
las funciones, tanto afectivas como intelectuales que nos hacen ser lo que
somos, por lo que una de las actividades más importantes que se deben respetar
siempre es el horario de dormir, precisó el investigador universitario.
“Mientras dormimos se liberan algunos
jugos del cerebro, como a mí me gusta denominarlos, que técnicamente les llaman
neurotransmisores, pero también se degradan otros que este órgano no necesita
durante la vigilia y por eso en el dormir los degradamos, los quitamos y el
cerebro, por decirlo así, se limpia de impurezas mientras estamos dormidos y
eso hace que el aparato mental funcione mejor.”
Recordó que algunas de las principales
causas que están ocasionando que las personas duerman menos o sufran episodios
de insomnio cada vez más críticos tienen que ver con la salud mental, la cual
se puede deteriorar en diferentes niveles llegando a tener condiciones
psiquiátricas importantes como la ansiedad y la depresión, que afectan el
proceso del sueño y de dormir.
Cuando una persona está ansiosa o
deprimida, precisó, su dormir se transforma totalmente y entonces entra dentro
de un círculo que se retroalimenta; si está deprimida no puede dormir bien y al
no hacerlo se deprime más o mantiene su depresión, y lo mismo sucede con la
ansiedad y otros trastornos, que la psiquiatría considera y que si no son
tratados adecuadamente hay un problema de cognición, de toma de decisiones, de
memorización y de falta de atención que se puede prolongar toda la vida.
Psicoeducación
Próspero García consideró que una de las
herramientas más adecuadas para manejar los trastornos del sueño es la
psicoeducación, que es el proceso de educar e informar a las personas que sufren
un trastorno psicológico acerca de su enfermedad y cómo manejarla. “Psicoeducar
a la gente no es nada más informar, sino darle la evidencia suficiente para que
cambie su manera de pensar, tratando de que su sistema mental se modifique para
que la toma de decisiones sea más efectiva”.
El primer paso, insistió, es dar los
suficientes argumentos para que a las personas les quede claro que dormir es
necesario, y no es ninguna pérdida de tiempo, que hay que respetar los horarios
de sueño, porque eso también está genéticamente determinado. Debemos entender
que hay gente que se duerme tarde porque tiene variantes en sus genes que la
hacen dormirse más tarde, y viceversa. No se puede ir en contra de la genética
y la naturaleza de las personas.
En este proceso de psicoeducación,
añadió, debemos tener claro que el cerebro se adapta a un ambiente determinado
en el que a cierta hora se apagan las luces, por lo que ponerse a revisar a
deshoras cualquier aparato o dispositivo digital con información luminosa va a
ir en contra de nuestros genes, y la consecuencia inmediata será el no poder
dormir.
Finalmente,
el universitario comentó que, los errores más frecuentes que cometemos cuando
no podemos dormir y que tenemos que corregir son: revisar el celular y las
redes sociales, tratar de avanzar el trabajo o las tareas pendientes en la
computadora y encender la televisión para que supuestamente nos arrulle. Para
evitar todos esos distractores, es fundamental que la habitación donde dormimos
esté libre de cualquier luminosidad artificial, pues va en contra de lo que
necesita el cerebro, que es descansar.
FUENTE: UNAM