DA COMUNIDAD CULTURAL VOTO DE CONFIANZA A CURIEL EN SC
Israel Sánchez
Agencia Reforma
Ciudad de México 18 julio 2024.- La designación de Claudia Curiel de Icaza como titular de la Secretaría de Cultura (SC), anunciada este jueves, ha sido tomada con ciertas reservas y algunos reproches por parte de la comunidad cultural, pero también con festejos.
A diferencia de otros nombramientos realizados por la virtual Presidenta electa, Claudia Sheinbaum, la todavía Secretaria de Cultura de la Ciudad de México no despertó ayer un entusiasmo mayoritario, pero tampoco una desaprobación generalizada.
La ambigüedad de esta respuesta pública, según agentes culturales consultados por REFORMA, estriba en el hecho de que Curiel de Icaza únicamente lleva en su cargo actual menos de tres años, y llegó a éste en medio de un periodo de inestabilidad y confrontación.
«Yo creo que la Presidenta electa se decantó por un perfil bajo que, evidentemente, también tiene que ver con que es alguien que trabajó en su Gabinete», opina el creador escénico y cinematográfico José Antonio Cordero, integrante del Movimiento Colectivo por la Cultura y el Arte en México (Moccam).
«Habrá que darle una oportunidad de demostrar su capacidad para tomar las riendas de una Secretaría (federal); es una tarea bien difícil, es una especie de ‘rifa del tigre'», considera, por su parte, Sergio Villegas, escenógrafo y presidente de la Academia Metropolitana de Teatro, para quien «no importa que pongan a Superman en la SC, resultará insuficiente y siempre habrá descontentos y pocos avances sin una reforma fiscal».
Curiel de Icaza llegó a dirigir la SC local apenas en febrero de 2022, para poner punto final a un periodo en el que la dependencia tuvo dos titulares y una encargada de despacho en apenas 13 meses.
El primer seleccionado de Sheinbaum para el cargo en la Ciudad fue José Alfonso Suárez del Real, quien lo dejó en junio de 2020 para asumir la Secretaría de Gobierno; Guadalupe Lozada lo sucedió como encargada de despacho, y luego Vanessa Bohórquez asumió como titular. Después de ella, llegaría Curiel de Icaza.
«La gestión a nivel cultura de Claudia Sheinbaum en la CDMX se distinguió por un desfile muy diverso de personas que estuvieron a la cabeza de la Secretaría (local), y que no se completó ni siquiera antes de la pandemia, en los primeros años, el proyecto que Paco Ignacio Taibo II nos prometió en las campañas», señala Villegas.
«Definitivamente, no fue la SC de Sheinbaum una Secretaría en la que se apostó por un proyecto y se terminó ese proyecto o se avanzó en el mismo. Y para justificar esta falta, la palabra mágica es ‘pandemia'», ahonda el creador escénico.
Capoteó ‘eventos desafortunados’
Antes de llegar a la dependencia capitalina, Curiel de Icaza fue fundadora y directora del festival independiente Bestia, así como subdirectora de programación de la Dirección General de Música de la UNAM, y subdirectora de Casa del Lago de 2017 a 2020.
«Ha estado como Secretaria de Cultura de la Ciudad algo más de dos años, entonces ni siquiera en ese cargo tiene tanta experiencia, porque su experiencia anterior, aunque es vasta, incluso en Casa del Lago, siempre fue como subordinada, pues no tenía a su cargo ni siquiera en esas instituciones, organismos o festivales, el peso de quien lleva en sus hombros a toda la organización», remarca Cordero.
En contraste, para otros, la funcionaria supo capotear a su llegada la inestabilidad política en la dependencia.
«Me parece que tomó la Secretaría en un momento bien difícil, bien complicado; es decir, la SC de la Ciudad de México en este sexenio tuvo una suma de circunstancias, ahora sí que una serie de eventos desafortunados», reconoce la actriz Ana Francis Mor, encargada de cultura durante la campaña de la hoy Jefa de Gobierno electa, Clara Brugada.
«Me parece que José Alfonso (Suárez del Real) empezó increíble y luego se lo llevaron a Gobierno, después de la pandemia, que eso cambió la lógica de un montón de cosas», añade la cofundadora de la compañía Las Reinas Chulas.
A decir suyo, Vanessa Bohórquez llegó a hacer lo que pudo por circunstancias difíciles, y posteriormente Curiel vendría «a agarrar el toro por los cuernos, y poner orden en un montón de cosas que estaban desbocadas».
No obstante, uno de los momentos más conflictivos de la SC local durante la Administración saliente sucedió en diciembre de 2019, cuando la propia Jefa de Gobierno, con Suárez del Real a su lado, compareció ante decenas de trabajadores de la dependencia que se manifestaron por impagos constantes y precariedad laboral.
«Yo creo que es muy evidente que durante este año en cultura, en la parte operativa y administrativa, hubo muchos problemas, errores, y tendremos que tomar decisiones en ese aspecto», admitió Sheinbaum entonces.
Condiciones laborales, un pendiente
Para agentes culturales consultados, las condiciones laborales de los PILARES, las Fábricas de Artes y Oficios (Faros) y los Talleres de Artes y Oficios Comunitarios (TAOC), no mejoraron con la llegada de Curiel de Icaza.
«Un tema muy importante es que el programa PILARES y Faros se dieran a nivel nacional, para que se descentralice la cultura; sin embargo, (es importante) que sean reconocidos los talleristas no como becarios, sino como trabajadores del arte y la cultura», señala la creadora escénica Guadalupe Ocampo.
Como tallerista de los PILARES, la artista está convencida de los beneficios de los programas, pero señala las condiciones laborales que la llevaron, en el sexenio que transcurre, a formar parte del colectivo No Vivimos del Aplauso.
«Hubo muchas quejas por la violación de los derechos laborales de profesores y profesoras de las diferentes establecimientos de PILARES y eso se tendría que revisar», abona la gestora cultural y cuentacuentos Florina Piña, también parte del colectivo.
Ambas, no obstante, se dicen optimistas por colaborar con la futura Secretaria para lograr mejores derechos laborales a nivel federal.
Quien también ha dejado entrever cierto optimismo es la gestora cultural Jessica Sandoval, fundadora y directora del foro Un Teatro, en específico por las labores de Curiel de Icaza para la expedición del Reglamento de la Ley de Espacios Culturales Independientes.
«Creo que ella tiene este sentido del arte en todas sus expresiones, del arte nuevo, del arte alternativo y de los espacios independientes», estima Sandoval, actriz, bailarina y coreógrafa.
«Yo lo que le pediría es que se le dé continuidad al trabajo que se ha estado haciendo para lograr que los espacios independientes tengan el apoyo que necesitan para subsistir», prosigue. «Es increíble como casi siempre hay que empezar de cero, cada Administración es ver si vamos a lograr subsistir o no. (…) Estar en la cuerda floja cada año es muy desgastante».
La creadora escénica Itari Marta, quien por más de una década ha buscado, desde la dirección del Foro Shakespeare y la Red de Espacios Culturales Independientes Organizados (RECIO), una regulación adecuada y justa para estos recintos, también reconoce a Curiel de Icaza por el tema del referido Reglamento.
«Ella sí rescató esa Ley, y ella fue, de todas las Secretarias de Cultura que pasaron por la Ciudad de México, fue la única que asumió la responsabilidad de hacer ese reglamento, que no es poca cosa», celebra, sin obviar el trabajo que aún hay pendiente.
«Todavía no se está aplicando de manera contundente y eficiente, y ése es el reto de este sexenio, que esa ley se empiece a aplicar», apunta la directora del Foro Shakespeare.
Juzgan nombramiento ‘una osadía’
En redes sociales y chats de simpatizantes de Morena, por otro lado, se ha visto con extrañeza que el nombramiento no fuera para la cantante y legisladora Susana Harp, quien coordinó los «Diálogos por la Transformación» en materia de cultura durante la campaña, y quien apenas la semana pasada se reunió con Sheinbaum en su casa de transición.
Tampoco para la cantante y actriz Regina Orozco, representante de cultura de Sheinbaum durante el periodo electoral.
Por el contrario, algunos analistas menos afines al Gobierno en turno tuvieron una lectura positiva sobre el nombramiento.
«Es un buen mensaje, de apertura y diálogo, más allá de la 4T, es un buen signo porque es un mensaje en dos direcciones: es un mensaje al sector cultural, con un perfil fresco, que no responde a las tribus ‘cuatroteístas’, y por el otro lado, es un mensaje a la Iniciativa Privada, porque conoce muy bien y tiene relación con la Iniciativa Privada, que puede provocar proyectos culturales», señala Carlos Lara, especialista en política cultural.
«Me parece que su nombramiento es una osadía, ya veremos si fue tal, el problema es que luego lo que hacen es achatar esos perfiles, utilizarlos para hacer de la cultura una herramienta de consolidación política», indica el fundador del despacho jurídico de activismo cultural Artículo 27.
Con información de Rebeca Pérez Vega