Cultura

¿CÓMO TURISTEAR SIN INVADIR Y DESTROZAR?

  • Guía con sugerencias
  • Durante 2024 más de mil millones de turistas viajaron por el mundo y generaron ganancias de casi dos billones de dólares

Rafael Paz   

El turismo es una de las actividades favoritas del mundo. De acuerdo con la Organización Mundial de Turismo (también conocida como ONU Turismo), 1.4 mil millones de turistas viajaron por el mundo durante el 2024, un incremento de 140 millones (11 %) si comparamos los números con los de 2023, que generaron ganancias equivalentes a 1.9 billones de dólares.

En el corto plazo la cantidad de personas crecerá; la institución internacional calcula que a lo largo del 2025 la cifra de viajantes subirá entre 3 y 5 %.

México no se queda atrás, según un informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la actividad turística es uno de los motores de la nación, ya que se generaron 30 mil 246.2 millones de dólares el año pasado y recibimos a más de 45.03 millones de viajeros internacionales, lo que nos convierte en el sexto país con mayor número de visitantes alrededor del mundo, afirma el INEGI.

Sin embargo, no todas son buenas noticias. ¿El movimiento de un gran número de personas entre naciones con fines turísticos conlleva riesgos para las poblaciones y ecosistemas locales, como advierte ONU Turismo en el informe Overtourism? Understanding and Managing Urban Tourism Growth beyond Perceptions (¿Sobreturismo? Comprendiendo y gestionando el crecimiento del turismo urbano más allá de las percepciones):

“El creciente número de turistas urbanos incrementa el uso de los recursos naturales, provoca un impacto sociocultural y ejerce presión sobre la infraestructura, la movilidad y otras instalaciones. Gestionar adecuadamente el turismo en beneficio tanto de visitantes como de residentes siempre ha sido una cuestión fundamental para el sector”.

¿Qué hacer ante esto? ¿Cómo ser un buen turista? ¿Cómo tener buenos modales y urbanidad mientras se viaja? A continuación, dos investigadores de la UNAM nos comparten algunos consejos:

Cuidar la naturaleza

Para Gabriela Jiménez Casas, académica del Instituto de Ecología, aunque salgamos de vacaciones y estemos ansiosos por divertirnos, no debemos olvidar que el mundo experimenta actualmente una crisis climática, por lo que el medio ambiente debe ser una de nuestras prioridades.

“El comercio turístico es muy grande, pero la mayoría no es ecológico. Nada más busca sacar una buena remuneración. Debemos pensar realmente qué es hacer lo correcto y tratar de optar por actividades turísticas que sí son viables dentro de nuestras posibilidades”, aconsejó la universitaria.

Asimismo, debemos actuar responsablemente con la basura que generamos y acatar las reglas de sanidad en los lugares que visitamos para evitar contaminar. Especialmente, en áreas boscosas o de mucha vegetación ser cuidadosos con fogatas y restos de cigarros y sus derivados, ya que se podría ocasionar un incendio.

Preservar áreas protegidas

Las áreas naturales protegidas se han creado con el objetivo de asegurar la conservación y el aprovechamiento sostenible de la biodiversidad y los servicios ambientales, buscando el equilibrio y la continuidad de los procesos ecológicos, de acuerdo con el gobierno de México. Muchos otros países comparten esta iniciativa, por lo que es importante respetar las limitaciones impuestas por las autoridades tanto en nuestro territorio como en el extranjero.

En este punto se incluye el traslado de especies locales. “No podemos sacar ni fauna ni flora local, porque también se daña el ecosistema con el tráfico de especies. Tratemos de no hacer esto, porque además está prohibido”, señaló Jiménez Casas.

Evitar viajar con animales de compañía

Los animales de compañía son parte de la familia, pero trasladarlos a un lugar desconocido puede ser peligroso, y no sólo para ellos. Como explica la especialista universitaria: “no llevemos animales a menos que el hotel lo permita, los animales de compañía se pueden escapar. Y si lo hacen cerca de un área protegida o natural, se vuelven una especie invasora y van a causar muchos estragos”.

“Tampoco se puede regresar a un animal en cautiverio a un ambiente natural. Primero porque puede afectar el equilibrio de la zona y dos, seguramente el animal se va a morir porque ya no sabe vivir en libertad”, agregó.

Asesoramiento adecuado

“Por favor, fíjense que el guía sepa lo que está haciendo, lo que está diciendo y lo que les está sugiriendo”, advirtió Gabriela Jiménez Casas, quien puso como ejemplo a los turistas que acuden a las zonas selváticas en el sureste de México y no son asesorados de manera adecuada:

“Los meten a senderos de la selva, pero no les dicen que tienen que ir con pantalón largo, con camisa de manga larga, con un gorro, llevar agua, y en cambio van con chanclas, sin calcetas, en shorts. El peligro que tienen los visitantes es impresionante, se les puede subir algún insecto, que deje sus huevos, se les puede aparecer una víbora. Para protegerse de los insectos no les dicen que eviten llevar perfumes o ropa llamativa, color amarillo”.

Uso responsable de productos (cremas, bloqueadores, repelentes y más)

En relación con el punto anterior, la experta universitaria sumó que debemos tener cuidado con los productos que usamos para proteger nuestra piel, en especial si planeamos visitar el mar, porque con tan sólo mojarnos un poco podemos contaminar grandes extensiones de agua.

“La crema que nos ponemos, los desodorantes y los champús contaminan. Nada más con meternos al agua, en ese instante ya empezamos a contaminar. En zonas que son realmente protegidas, si dice no nadar, por favor, no nadar. No es que sea peligroso para uno, es peligroso para la zona”, comentó Jiménez Casas.

Investigación previa

La manera más responsable de iniciar un viaje, apuntó Gino Jafet Quintero Venegas, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales, es desde el previaje, ya que es fácil dejarse engañar por lo que vemos en redes sociales:

“Tenemos que ser muy responsables con respecto a lo que vamos a consumir en los sitios de destino, porque nosotros recibimos un montón de información de internet y las redes sociales sobre ciertas prácticas que podríamos realizar. Pero esas imágenes están muy sanitizadas, cuando detrás de esto hay elementos negativos que son altamente cuestionables”.

¿A la caza de experiencias?

“Muchas de las prácticas que se consumen en el turismo están respaldadas bajo la idea del patrimonio cultural y habrá que plantearnos, por ejemplo, qué implica este concepto”, cuestionó el especialista de la UNAM.

Y añadió: “Los turistas, al buscar prácticas que implican recreación, vivencias, experiencias, demandan muchos recursos bajo el argumento del derecho al esparcimiento y de pasarla bien, llevan a cabo experiencias ‘positivas’ que son fuertemente dudosas en términos éticos”.

Una actividad oscura

Relacionado con el punto anterior, Quintero Venegas, también profesor de la Facultad de Filosofía y Letras, recalcó cómo muchos viajeros al buscar experiencias nuevas sin reflexionar caen en el turismo oscuro, un término que se utiliza para señalar aquellas actividades vinculadas a la muerte, tragedias, desastres o sucesos macabros en ciertas zonas del mundo. Haciendo de la desdicha de una sociedad, un consumo más.

“¿Qué implica el hecho de que haya cierta clase de turistas, especialmente extranjeros, que se empiezan a desplazar a los campos de adiestramiento de Teuchitlán en Jalisco, por ejemplo? Hay que reflexionar qué efectos tiene esto, porque el turista que proviene de Alemania, que opera en Estados Unidos y que llega a México en una condición, digamos, de seguridad y es a veces protegido por autoridades, tiene una situación de privilegio mucho mayor que la población local”, argumentó.

No contribuir a la explotación

“El turismo está diseñado para ser una práctica que genera desigualdades. Por ejemplo, que el turista vaya a alguna localidad, como Acapulco o Cancún, y que en el lugar de hospedaje demande ciertos servicios que, incluso, puede ser que a veces la población local ni siquiera accede a ellos”, reflexionó Quintero Venegas.

Como turistas, distingue, no debemos participar en actividades que fomenten las desigualdades o agudicen la explotación de espacios y personas: “Muchas veces los lugares turísticos, particularmente en países con tantas disparidades sociales como el nuestro, implican una explotación laboral hacia los trabajadores que no nos damos cuenta, y como turistas a veces pensamos ‘eso es lo que tienen que ganar’”.

Respeto a los espacios

“Los mayores flujos turísticos que existen en el ámbito internacional buscan la manera de pasarla bien a costa de absolutamente todo. El turismo va de la mano con el hedonismo”, como una de las principales características de las personas involucradas en estas prácticas, destacó Gino Jafet Quintero Venegas.

Por ello, como viajeros debemos esforzarnos por actuar con respeto, tanto con las poblaciones locales como con otros turistas. Nuestro disfrute no está por encima del de los otros. Así que la próxima vez que vayas a la playa y decidas escuchar música a un volumen estruendoso u optes por ocupar espacio en algún juego recreacional, lo más recomendable es que pienses primero en los otros antes de imponerte.

FUENTE: UNAM

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