Cultura

COLABORA LA UNAM EN EL PRIMER ESTUDIO EN MÉXICO SOBRE ECOANSIEDAD

·      Ariel Alejandro Rodríguez García, uno de los científicos universitarios participantes, dijo que la Asociación Americana de Psicología define como síntomas: estrés, alteración del sueño, ansiedad y depresión, entre otros

 

La ecoansiedad no es considerada una enfermedad; sin embargo, debido a la preocupación cada vez mayor por la emergencia climática que se vive, se registran casos como temor crónico a sufrir un cataclismo ambiental y la zozobra asociada al futuro y las próximas generaciones, alertó Ariel Alejandro Rodríguez García, especialista del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información de la UNAM.

 

La ansiedad ecológica y climática puede generar problemas psicológicos, razón por la cual Rodríguez García y otros universitarios participan en el primer estudio internacional que se lleva a cabo en México sobre este tema, entre las comunidades universitarias mexicanas y algunas instituciones de Europa. El experto recordó que hace algunos meses se incorporó al proyecto con el que se aplica una encuesta.

 

La Asociación Americana de Psicología estableció que entre los síntomas por esta condición se pueden presentar cuadros ligeros de ansiedad, estrés, alteraciones del sueño; en los casos más graves sensación de ahogo o depresión expresando fuerte sentimiento de culpa por la situación del planeta, que puede agravarse.

 

Durante la charla “Aprende cómo los datos climáticos influyen en tus emociones”, realizada en el Foro 3 de Universum, Museo de las Ciencias de la UNAM, el profesor del Posgrado en Bibliotecología y Estudios de la Información precisó que los principales análisis de este tópico se han realizado en Europa y Estados Unidos.

 

Rodríguez García dijo a los asistentes que una de las propuestas de solución es la alfabetización de los miles de datos que se generan a diario y aprender a discernir entre aquella información fidedigna de la que no lo es.

En este proceso, detalló, se requiere primero revisar la información, generar conocimiento estadístico, verificar las fuentes, mantener pensamiento crítico, comunicar los resultados para la toma de decisiones y, si es posible, hacer uso de la inteligencia artificial.

 

Destacó que en el mundo se han desarrollado diversas herramientas para informar objetivamente sobre el cambio climático, como el proyecto Copernicus, la fundación AQUAE; en México se cuenta con el sistema de información del cambio climático del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la Plataforma de Información Climática y la UNAM tiene el Programa de Investigación en Cambio Climático.

 

El científico dio a conocer que están en fase de desarrollo herramientas que permitirán localizar información adecuada sin perderse en el mundo de datos: el Kiosko de Información para Seguridad en Cambio Climático, así como la estrategia para Identificar, Seleccionar, Analizar, Comprobar y Compartir información.

 

 

FUENTE: UNAM

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