Opinión

APUNTES PARA EL BALANCE MUNICIPAL

Uriel Flores Aguayo

Para medio entender qué pasó en las recientes elecciones municipales de Veracruz, hay que intentar salirse de los lugares comunes y genéricos. No comparar manzanas con tomates. Sin dejar de lado totalmente los rasgos fundamentales de la coyuntura política, social y económica, hay que ir revisando municipio por municipio. Cuentan mucho el perfil de las candidaturas, con o sin liderazgo, el nivel de posicionamiento de los partidos, que estén en el gobierno local y hagan un buen o mal papel, los recursos económicos, el tipo de campaña y las alianzas en los resultados. Algo se entenderá si se cuestiona la razón por la que el PRI gana en Orizaba, pero pierde en Córdoba; que el PAN gana en Banderilla, pero queda en cuarto lugar en Xalapa; o que Morena gana en el puerto de Veracruz, pero pierde en Boca del Rio. Por eso hay que analizar cada municipio por separado. Muchas candidaturas ganaron sin apoyo de sus partidos.

Otro gran error es comparar elecciones distintas, como las del año pasado con esta municipal. De ahí se llega a conclusiones equivocadas y se afirma en falso que tal o cual partido perdió o ganó tantos votos. Este resultado es exclusivamente de este momento. Tampoco es base para proyectarlo al futuro, salvo en un enfoque muy general. Es cuestión del tiempo, son dos años en la vida de los partidos para avanzar, retroceder o estancarse.

Es evidente que Morena se queda al frente de los principales municipios, los más grandes, que MC vive un buen momento nacional y es el partido más atractivo ahora, que el PAN y el PRI continúan a la baja y que el Verde y el PT seguirán como la opción B de quienes no obtengan las candidaturas en Morena. Los partidos de la coalición gobernante se mantendrán unidos para la elección federal intermedia, de ahí que haya que sumarles como socios los Ayuntamientos ganados. Del resto es difícil el pronóstico.

Es claro que, en general, no estamos hablando de partidos ideológicos. Que son un medio y cada vez más un registro legal. No hay garantía de permanencia en ellos de las nuevas autoridades municipales. Algunos se quedarán en sus filas pensando en un proyecto estatal y nacional, mientras que habrá quienes les den las gracias y les digan adiós. Hay escasa identidad junto a los alicientes que rodean el ejercicio de gobierno municipal como para pensar que, naturalmente, varios Alcaldes electos cambiarán de partido pronto. No como traición, sino como realismo y reconocimiento de que únicamente se apartaron de los colores guindas por un momento.

La pluralidad de los resultados es una buena noticia para Veracruz, al menos en el ámbito municipal se vislumbran cambios. Veremos una variedad de estilos y formas de gobernar. Hay que confiar en que lo hagan bien.

No se debe obviar que en términos generales se vivió una elección libre, que no hubo aparato de Estado incidiendo en las elecciones. Fue una correcta decisión de la gobernadora Nahle, que debe destacarse. Claro que es su deber, pero habla bien de sus convicciones y la voluntad para respetar las campañas y sus resultados. Mucho se le criticó cuando apareció con Hipólito Deschamps, dándole su apoyo. Sin embargo, ese candidato perdió. Quiere decir que ella no hizo más, ni nada ilegal.

Del abstencionismo hay que hacer las necesarias reflexiones. Son muchos aspectos a considerar. Lo que no se debe omitir como línea de análisis es la separación entre los gobiernos y la ciudadanía. Es una tragedia y crisis de representación. Para Morena debiera ser una grave preocupación ya que su discurso se basa en la invocación del pueblo. Deben hacerse una autocrítica profunda si no quieren ser lo mismo que criticaban y terminar como políticos tradicionales y una clase política lejana de la gente.

Recadito: buena decisión xalapeña con Daniela Griego.

Comparte

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *