CLAVE EN LA PREVENCIÓN DEL SUICIDIO
UNO MENOS
Salvador Farfán Infante
Este mes se le dedica al tema del suicidio, y se le conoce como Septiembre Amarillo: Un Mes Clave en la Prevención del Suicidio. Septiembre Amarillo se ha consolidado como el mes clave para visibilizar la prevención del suicidio. El color amarillo, símbolo de esta campaña, tiene un origen emotivo: en 1994, Mike Emme, un adolescente estadounidense, se quitó la vida.
Durante septiembre y durante todo el año, podemos preocuparnos por la prevención del suicidio; conectarnos con la comunidad, la cultura, los datos y la investigación; y colaborar con otros para abordar este problema de salud pública que ha afectado a millones de estadounidenses y de todas las partes del mundo.
El suicidio ocurre cuando las personas se hacen daño a sí mismas con la intención de terminar con su vida y, como resultado, fallecen.
Un intento de suicidio es cuando las personas se lastiman con la intención de terminar con su vida, pero no mueren.
Evite el uso de términos como “cometer suicidio”, “suicidio exitoso” o “suicidio fallido” cuando se refiera al suicidio y los intentos de suicidio, ya que a menudo estos términos tienen connotaciones negativas.
¿Cuáles son los signos de advertencia del suicidio?
Los signos de advertencia de que alguien puede estar en riesgo inmediato de intentar suicidarse incluyen:
• Hablar de querer morir o desear matarse.
• Hablar de sentirse vacío o desesperado, o de no tener motivos para vivir.
• Hablar de sentirse atrapado o pensar que no hay ninguna solución.
• Sentir un dolor físico o emocional insoportable.
• Hablar de ser una carga para los demás.
• Alejarse y amigos.
• Regalar posesiones importantes.
• Decir adiós a amigos y familiares.
• Poner sus asuntos en orden, como hacer un testamento.
• Asumir grandes riesgos que podrían resultar en la muerte, como conducir extremadamente rápido.
• Hablar o pensar en la muerte con frecuencia.
Otros signos de advertencia graves de que alguien puede estar en riesgo de intentar suicidarse incluyen:
• Mostrar cambios extremos en el estado de ánimo, pasando repentinamente de estar muy triste a sentirse muy tranquilo o feliz.
• Hacer planes o buscar formas de suicidarse, como buscar métodos letales en línea, acumular pastillas o comprar un arma.
• Hablar de sentirse muy culpable o avergonzado.
• Consumir alcohol o drogas con más frecuencia.
• Mostrarse ansioso o agitado.
• Cambiar los hábitos alimenticios o de sueño.
• Mostrar furia o hablar de buscar venganza.
El suicidio no es una respuesta usual al estrés. Los pensamientos o las acciones suicidas son un signo de angustia extrema y no se deben ignorar. Si usted o alguien que conoce presenta estos signos de advertencia, busque ayuda lo antes posible, especialmente si el comportamiento es nuevo o ha aumentado recientemente.
Cada año, cerca de 703 000 personas se quitan la vida y muchas más intentan hacerlo. Todos los casos son una tragedia que afecta a familias, comunidades y países y tienen efectos duraderos para los allegados de la víctima. (OMS)
Las siguientes son cinco medidas que puede tomar para ayudar (#BeThe1To) a alguien que está sintiendo dolor emocional:
- PREGUNTE: “¿Estás pensando en suicidarte?” No es una pregunta fácil de hacer, pero los estudios muestran que preguntar a las personas en riesgo si tienen pensamientos o deseos de morir o de matarse no aumenta los suicidios ni los pensamientos suicidas.
- MANTÉNGALA A SALVO: Reducir el acceso de la persona con pensamientos suicidas a ciertos objetos o lugares sumamente letales es parte esencial de la prevención del suicidio. Si bien hacer esto no es fácil, preguntarle a la persona en riesgo si tiene algún plan de hacerse daño y desactivar o eliminar cualquier medio letal puede marcar la diferencia.
- ESTÉ PRESENTE: Escuche atentamente para enterarse de lo que la persona en riesgo está pensando y sintiendo. De hecho, las investigaciones sugieren que reconocer y hablar sobre el suicidio puede reducir los pensamientos suicidas en lugar de aumentarlos.
- AYÚDELA A ESTABLECER UNA CONEXIÓN: Usted también puede ayudar a la persona con pensamientos suicidas a establecer una conexión con una persona de confianza, como un miembro de la familia, un amigo, un asesor espiritual o un profesional de la salud mental.
- MANTÉNGASE COMUNICADO: Mantenerse en contacto con la persona después de que tuvo una crisis o después de haber sido dada de alta de su tratamiento puede marcar la diferencia. Los estudios han demostrado que el número de muertes por suicidio disminuye cuando alguien da seguimiento con la persona en riesgo.
Durante el mes de Septiembre estaremos compartiendo con todos Ustedes este tema que a nadie le agrada hablar, pero es cada día más preocupante a nuestras autoridades de Salud, debido al aumento de este.
Fuente: National Institute of Mental Health.