DE TENER PIERNAS DE PALO A SER TEMIBLE CON EL BARCELONA
Omar Jesús Fares Parra
Agencia Reforma
Guadalajara, Jalisco 29 junio 2024.- Robert Lewandowski es el actual centro delantero del Barcelona, pero antes de ser culé, pasó por una difícil adolescencia.
Lewandowski superó las deficiencias de su complexión delgada, ganó experiencia con equipos de su natal Polonia y dio el salto al Borussia Dortmund, donde se cruzó con Jürgen Klopp, el técnico que lo transformaría en uno de los mejores futbolistas del mundo.
Rebelde sin causa
En su adolescencia, Robert Lewandowski fue un dolor de cabeza en su natal Varsovia.
Robert le aventaba cáscaras de plátano a los policías, se robaba el auto de sus padres, además de tirarle el escritorio a una de sus profesoras que lo reprobó en un examen.
«Cometí muchos errores. Yo era un adolescente turbulento, como muchos, y lleno de energía. No olvido esa parte de mi vida, es parte de mí. Cuando empecé, la gente no creía en mí porque yo era de Polonia. Hacía mucho tiempo que un polaco no alcanzaba este nivel», reconoció.
Piernas de palo
De joven nadie hubiera creído que Lewandowski llegaría a ser futbolista profesional.
«Sus piernas parecían palos y cuando llevaba la pelota parecía que se iba a partir por la mitad. Le dije que comiera panceta (tocino)», contó Krzysztof Sikorski, entrenador del Legia Varsovia.
La madre de Robert, Iwona, quien fue voleibolista y llegó a ser vicepresidente del club de futbol Partyzant Leszno, recuerda que le daban de comer pasteles.
«Le gustaban mucho los dulces por lo que le compraba un pastel por cada gol que marcaba».
Lo fortalece la tragedia
En 2006 se le cruzaron a Robert dos eventos cruciales. Primero, una lesión que sufrió cuando jugaba en las Fuerzas Básicas del Legia de Varsovia. Poco después, su padre falleció.
«Fue un año duro. Mi padre se había ido. Tuve que crecer muy rápido. Fue una época difícil, pero aprendí mucho. Yo era muy joven, había puesto el futbol por encima de todo y no sabía qué hacer con mi vida. Entonces pensé: ‘No puedo rendirme y aceptarlo’. Decidí luchar. Me dije a mí mismo: ‘Voy a mostrar qué clase de jugador soy y lo que han perdido'».
Se aprovecha de Klopp
En 2010, Lewandowski llegó al Borussia Dortmund, pero los inicios no fueron fáciles, por lo cual el técnico, Jürgen Klopp, decidió motivarlo de una manera especial.
«El técnico me daba 50 euros cada vez que marcara 10 goles durante un mismo entrenamiento. Era su forma de exacerbar mis cualidades, superar mis límites y hacerme trabajar más duro. Las primeras semanas, a menudo me daba los 50 euros. Luego detuvo las tarifas, estaba perdiendo demasiado dinero. Este juego fue muy rentable para mí, porque mejoré mucho en el final».
Pasa de ‘9’ a ’10’
‘RL9’ ya había afinado su puntería, pero de pronto Jürgen Klopp decidió darle otras funciones que no le parecieron al polaco.
«Estaba muy molesto por tener que jugar de ’10’, en lugar de ‘9’, como delantero centro. En mi vida había jugado de ’10’ y me preguntaba por qué estaba en esa posición. Luego me di cuenta de que mi juego mejoró mucho. Aprendí mucho y, cuando volví a la delantera, me di cuenta de que haber sido un ’10’ me había hecho mejor futbolista. Los 4 años con Klopp fueron ideales. Estaba muy feliz», recordó.