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XÓCHITL EN EDOMEX: RESBALA, MATIZA Y CORRIGE

Jorge Ricardo Nicolás                            

Agencia Reforma

Estado de México, México 12 abril 2024.- «Es como todo, no estás acostumbrada, te puedes equivocar, todos cometemos errores y se te pueden cuatrapear las palabras, muchas veces eso es lo que pasa», dice Nayeli Cañas, el cabello pintado café, una playera color azul panista, que baila y empuja en el estruendo de una batucada en el estacionamiento municipal de Atizapán, a donde va entrando Xóchitl Gálvez.

 

 El día se acaba con un viento gris y frío. Lo bueno, o lo malo, de los días es que se acaban. Este jueves no ha sido un buen día de campaña para la candidata presidencial de la Oposición.

 

 Por la mañana, en el exclusivo club residencial Bosque Real Country Club, en Huixquilucan, entre vasitos de fruta y baguettes, trajes sastres y zapatillas finas de mil 500 mujeres invitadas, Gálvez rechazó la crítica de la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, por tener casa propia mientras que ella paga renta.

 

 Le reviró que si no tiene casa propia a pesar de haber sido Secretaria de Medio Ambiente, Jefa Delegacional y Jefa de Gobierno en la capital del País es porque es muy mala administradora.

 

 Pero es tiempo de campaña y sus adversarios difundieron la última frase de su dicho: «Si a los 60 años no has podido hacer un patrimonio, eres bien güey, con todo respeto».

 

 En los siguientes dos mítines trató de controlar su propio daño. En segundo plano quedó su advertencia de que Morena se quiere «agandallar» el dinero de los fondos para el retiro de los mayores de 70 años que sigan trabajando.

 

 Al mediodía en el Centro Cultural Luis Nishizawa, en la Zona Esmeralda de Atizapán, llegaban Mercedes Benz y camionetas lujosas y los estudiantes de la preparatoria del Tec de Monterrey le gritaban «Presidenta, Presidenta», y se colaban al auditorio para unas mil personas. La senadora con licencia aprovechó una confusión antes de las preguntas del final para aclarar lo que ya calentaba las redes sociales.

 

 «Me refería a la señora Sheinbaum, que en el debate me dijo que yo tenía una casa y ella vivía un departamento rentado. Ella tiene cuentas en paraísos fiscales. Si ella los 60 años no ha sabido administrar sus recursos que ha ganado como funcionaria pública, es su problema», dijo.

 

 La campaña hacia el 2 de junio va a la mitad y la segunda en las encuestas se mueve casi sin poder definirse. Entre Bosque Real y el Palacio municipal de Atizapán, entre la libertad de no estar afiliada a ningún partido y el ser candidata de los partidos con la peor fama, entre sus propuestas y la necesidad de prometer la continuidad del reparto de dinero oficial como López Obrador.

 

 Antes de retirarse, resbaló de nuevo. Quiso criticar al ex Gobernador priista del Estado de México Eruviel Ávila, que brincó a la campaña de Sheinbaum, pero acabó alabando al ex Mandatario priista Arturo Montiel, acusado de corrupción y enriquecimiento ilícito. Ni había necesidad, pero trastabillaba.

 

 «Vamos a sumar a los mejores cuadros, a los mejores panistas, a los mejores priistas. Montiel, que está aquí, nos ha estado ayudando porque es un hombre que de verdad está convencido. No se vayan con la finta porque Eruviel ya se fue a Morena, ¿para qué? Para que no lo persiguieran», dijo, todavía dudando con la voz, buscando una propia salida.

 

 En el tercer mitin el ambiente cambiaba. No había baguettes del Country Club ni abanicos del Nishizawa ni vistas panorámicas a zonas residenciales. Entraban el candidato a senador Enrique Vargas que dejó a su mujer en el puesto de Alcalde Huixquilucan, el dirigente del PAN, Marko Cortés, batucadas y cientos de hombres y mujeres que llegaban en camiones y se tapaban el frío con sus banderas en las rodillas.

 

 Nayeli Cañas ni estaba bien enterada y la disculpaba, pero Gálvez seguía con sus aclaraciones. Ofrecía dar una nueva rueda de prensa bajo el templete.

 

 «Yo dije hay que ser muy güey la señora Sheinbaum, pero ya salió el peine. ¿Qué creen? Que en el 2018 tenía dos departamentos y dos casas. Y las vendió para decir que no tiene nada. ¡Qué casualidad! Y a mí reclamándome. Tener un patrimonio no es un delito, es un derecho. Yo quiero que todos ustedes tengan un patrimonio», dijo.

 

 

 Los asistentes ya se iban y ella siguió matizando: «No, yo lo que decía, (Arturo Montiel) un hombre que nos está acompañando, ahí que lo valoren los habitantes del Estado de México»

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